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Composición química de la aleación Cocrmo

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La composición química de la aleación CoCrMo se rige estrictamente por las normas internacionales, principalmente ASTM F75 (fundición) y ASTM F1537 (forjado), para garantizar la biocompatibilidad y la integridad mecánica. La aleación consta de un equilibrio de cobalto, 27,0%-30,0% de cromo para la resistencia a la corrosión y 5,0%-7,0% de molibdeno para la resistencia. He aquí el desglose típico de la composición química por peso:

  • Cobalto (Co): Equilibrio (~60-65%)
  • Cromo (Cr): 27,0 - 30,0%
  • Molibdeno (Mo): 5,0 - 7,0%
  • Níquel (Ni): < 0,50% (Estrictamente limitado para evitar reacciones alérgicas)
  • Carbono (C): < 0,35% (Ajustado para equilibrar ductilidad y resistencia al desgaste)
  • Hierro (Fe): < 0,75%
  • Silicio (Si): < 1,00%
  • Manganeso (Mn): < 1,00%

Mientras que los elementos básicos proporcionan la estabilidad estructural de la aleación, los oligoelementos son fundamentales. Por ejemplo, a menudo se manipulan los niveles de carbono (bajo en carbono 0,20%) para adaptar el material a aplicaciones médicas específicas de soporte de carga, mientras que el níquel se limita para garantizar la seguridad biológica.

El papel de los principales elementos en la aleación CoCrMo

Las propiedades mecánicas superiores del CoCrMo se deben en gran medida a la proporción precisa de sus tres componentes principales: cobalto, cromo y molibdeno. Averiguando la contribución específica de cada elemento, se puede entender por qué este componente químico en particular se ha convertido en el estándar de la industria para los implantes médicos.

  • Cobalto (balanza/matriz): Como matriz de la aleación, el cobalto representa la mayor parte del peso (alrededor de 60-65%). Proporciona la estabilidad estructural de fase de la base, esencial para que la aleación no se deforme cuando se somete a grandes tensiones.
  • Cromo (27,0-30,0%): Esta elevada proporción es decisiva para la vida útil del material en el entorno humano. El cromo es responsable de la formación de una densa película de óxido pasivo en la superficie, lo que proporciona una excelente resistencia a la corrosión. Si es inferior al intervalo de 27-30%, el material se volverá muy frágil en el entorno fisiológico y se degradará fácilmente.
  • Molibdeno (5,0-7,0%): El molibdeno se añade principalmente para el refuerzo mecánico. Puede mejorar significativamente la resistencia y la dureza de la aleación, y cooperar con la matriz de cobalto para evitar el fallo por fatiga del material bajo cargas cíclicas.
Papel de los elementos cobalto, cromo y molibdeno en las aleaciones CoCrMo.

Control estricto de oligoelementos para la biocompatibilidad

En el control de la composición química de la aleación CoCrMo, lo que se excluye es tan importante como lo que se añade. Normas internacionales como ASTM F75 y ASTM F1537 imponen límites máximos muy estrictos de impurezas para garantizar la bioseguridad.

  • Níquel (< 0,50%): Podría decirse que el níquel es la impureza de la que más hay que cuidarse. Como se indica en la tabla de composición, el contenido de níquel debe controlarse estrictamente por debajo de 0,50%. Esto no es sólo un requisito estándar, sino también una ley de hierro clínica, porque la alergia al níquel es bastante común en la población de pacientes, y debemos eliminar las reacciones alérgicas de la fuente.
  • Hierro, silicio y manganeso: El contenido de estos elementos también se limita a niveles muy bajos (hierro <0,75%, silicio y manganeso <1,00%) para mantener la pureza de la estructura de la aleación y evitar impurezas excesivas que dañen su excelente resistencia original a la corrosión.

Optimizar el rendimiento mediante el contenido de carbono

En cuanto a la composición química de la aleación CoCrMo, el punto más interesante es la manipulación del carbono. Aunque la norma general permite un contenido de carbono de hasta el 0,35%, en las aplicaciones reales de ingeniería, lo personalizaremos para aplicaciones específicas:

El rendimiento de las aleaciones de cobalto-cromo se optimiza mediante el contenido de carbono.
  • Bajo contenido en carbono (< 0,05%): Cuando la ductilidad es una prioridad debido a los requisitos de diseño, elegimos un bajo contenido en carbono. Esto hace que la aleación sea ligeramente flexible y tenga mejor tenacidad a la fractura.
  • Alto contenido en carbono (> 0,20%): Un mayor contenido de carbono favorece la formación de carburos. Estos carburos pueden mejorar significativamente la resistencia al desgaste, que es una propiedad indispensable para las superficies que soportan cargas, como las articulaciones artificiales de cadera y rodilla.

Siempre que se sigan estrictamente estos parámetros químicos definidos por las normas ASTM, los fabricantes pueden garantizar que las aleaciones de CoCrMo alcancen el equilibrio perfecto entre fuerza, resistencia a la corrosión y seguridad biológica.

Autor:David
"Soy Ingeniero Superior de Materiales especializado en aleaciones biomédicas. Con más de una década de experiencia en la fabricación de implantes médicos, me centro en interpretar normas internacionales como ASTM F75 para ayudar a los ingenieros a comprender las propiedades de los materiales, las composiciones químicas y los requisitos de biocompatibilidad."

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